Cultura Folk en Imágenes

El Arrope


Históricamente el arrope ya era conocido por los andalusíes en el siglo XI y figura entre las preferencias moriscas. La preparación de éste involucra un proceso de cocciones y descansos hasta lograr la reducción del líquido a un cuarto, así lo expresa la raíz árabe de arrope, rub, del mismo origen que “cuatro”.

En nuestro país la preparación de arrope es clásico sobretodo en el noroeste argentino: de uva, de chañar, de higos, de tunas…
Es un dulce de alto valor energético, parecido a la miel de caña y se obtiene de la concentración del azúcar de las frutas. Además, por ejemplo el arrope de chañar se lo utiliza para aliviar la tos.

Receta:

Podemos preparar arrope con frutas de algarrobo, uva, tuna, chañar, etc. La forma en que se obtiene es bastante similar para todos los frutos.

Primero hay que elegir los frutos sanos y limpios, los cuales se colocan en una olla, se los cubre con agua y se hierve hasta que las frutas están blandas (casi por desarmarse).

Se retira del fuego, se deja enfriar y se agrega una mayor cantidad de agua para poder desarmarla con las manos, disolviendo el azúcar de la fruta en el agua. 

Luego hay que escurrir toda la fruta, quedando en la olla una borra áspera de color caramelo, la cual se elimina colando el agua con un lienzo de algodón, varias veces, hasta que quede un agua dulce (sin sólidos).

Llevar a fuego lento, agregarle un poco más de agua y azúcar (cada 4 Kg de fruta 1 Kg de azúcar). Hervir removiendo lenta y constantemente hasta que tome el color marrón oscuro característico del arrope.

Receta Extra: Arrope de Algarrobo Negro

Primero hay que remojar las vainas de algarrobo con agua y luego ponerlas en cocción a fuego lento en hornillos.

Una vez que las chauchas estén cocidas, sacarlas del fuego y chaguarlas (quechua: exprimir, estrujar) con paños. Sacar el jugo del algarrobo y ponerlo nuevamente al fuego hasta que éste se ponga espeso y tome el típico color marrón.
Sacarlo del fuego, dejarlo enfriar y ya se puede comer como mermelada.

Revista Cultura Folk Nº 06


La revista Nº 06 de Cultura Folk fue publicada en Diciembre de 2009.

  • Sección “Sumando Conocimiento”: 11 de Diciembre Día Nacional del Tango.
  • Sección “Expresiones Culturales”: Gran Peña Solidaria.
  • Sección “Lo Nuestro”: Tradiciones Navideñas.
  • Sección “Expresión Lírica”: Tonadita en “Tono” Agüero.
  • Sección “Mitos y Leyendas”: La Leyenda del Ceibo.
  • Sección “Comidas Típicas”: No tan tradicional pero igual muy popular.
  • Sección “Concentremos el Conocimiento”: Grilla.

Tamales


Este plato típico nos llega desde la cocina de la región del noroeste de nuestro país. Tamal proviene del náhuatl (lengua hablada principalmente por los aborígenes de México y América central en la época de los aztecas): tamalli que significa envuelto y con este nombre se conocen varios platos americanos de origen aborigen elaborados generalmente con base de maíz cocido casi siempre al vapor, envuelto en las hojas de la mazorca.

Historiadores han reunido evidencias de que las culturas predominantes en México llevaron el maíz y sus formas de cocinarlo a otras culturas y regiones, sin embargo, siendo el método de cocción del tamal tan sencillo puede haberse inventado en cualquier región donde creciera el maíz (desde México hasta Sudamérica) y desde allí enseñado a otras culturas.

RECETA

Ingredientes:
 
400 grs de harina de maíz
Sal y pimienta, a gusto
50 grs de manteca o margarina
300 grs. de zapallo
1 cebolla
50 grs.de grasa vacuna o margarina
750 grs. de carne picada
1 cda. de extracto de tomate
1 cdita de ají molido
1 cdita de pimentón
2 cdas. de aceitunas picadas
3 cdas de pasas de uva
3 huevos duros
Hoja de chala c/n

Preparación:

En una cacerola poner a hervir 1 litro de agua, sal a gusto y manteca. Cuando hierva agregar la harina de maíz en forma de lluvia, revolviendo con una cuchara de madera. Cuando esté cocida mezclar con el zapallo que anteriormente se habrá hervido y pisado.

Saltear la cebolla picada en la grasa o margarina, añadirle la carne, el extracto y los condimentos. Cocinar unos minutos y retirar.

Disponer una porción de polenta sobre la chala, cubrir con una cucharada de la preparación de la carne y agregarle algunas aceitunas, pasas de uva y un trocito de huevo duro. Tapar con otra porción de polenta y envolver con la chala formando pequeños paquetes.

Cocinarlos en agua con sal. Servirlos bien caliente.

La Telesita


Joven bella gustosa del baile…muchos dicen, de “corta razón”
El fuego truncó su vida…más ella vive en nuestro corazón

 Existen varias versiones  acerca de esta joven que vivió en la provincia de Santiago del Estero en la segunda mitad del siglo XIX.

La leyenda comenta que era una joven llamada Telésfora Castillo o Telésfora Santillán (según la versión), que vivía en los bosques y que solía aparecerse en los bailes atraída por la música. Todos la conocían como Telesita y ella gustaba bailar al son de la música hasta que el amanecer indicaba el fin del baile… y entonces la joven desaparecía nuevamente en el bosque hasta que el sonar de los instrumentos, de una nueva reunión, la volviera a llamar.

Otros dicen que su vida se vio signada por la desgracia, perdiendo primero a sus padres durante la peste del cólera y a sus dos pretendientes durante un duelo en que se disputaban su amor.

Todas las versiones acerca de la Telesita, coinciden en que ella era una joven muy hermosa y bondadosa que alegraba su corazón con los pasos de nuestras distintas danzas. El fuego tomó su vida… y aunque todos coinciden en ello, las formas en que esto sucedió varían… que fue cuando se acercó demasiado al fogón que la calentaba durante las noches… que sus harapientas ropas se incendiaron cuando una chispa las tocó al pasar ella cerca del fuego mientras bailaba… que murió en un incendió del monte…

Su muerte la acercó aún más a la gente y pronto se convirtió en fuente de devoción. Se dice que es milagrosa y que si algo se pierde o es sustraído es a ella a quien se debe invocar para que aparezca nuevamente. También se le pide por la salud, por las lluvias y las cosechas…

Para invocarla se realiza el “rito” conocido como la Telesiada donde el promesante invitará a sus vecinos y familiares para la reunión a favor de la santa. Sobre una mesa con blanco mantel se colocará una figura que representará a la Telesita (se la fabrica de papel, trapos o se forma una figura con masa de harina de maíz) rodeada por velas encendidas y flores.

El promesante dará inicio a la reunión bailando en pareja siete chacareras seguidas donde beberá un vaso de aloja, caña, aguardiente, etc. entre una y otra pieza. Luego se unirán el resto de los asistentes que bailarán hasta caer rendidos por el cansancio o el alcohol. Con guitarra, bombo y violín se interpretarán durante la noche entera zambas, gatos y chacareras… la celebración incluye también empanadas, asado y otros platos típicos…

Al final se prenderá fuego al muñeco de trapo que representa a la Telesita para recordar su triste final,en cambio si está hecho de harina, una joven repartirá pequeños trozos a los asistentes junto con un trago de alcohol.

La leyenda de la Telesita se proyectó en nuestro folklore a través de la canciones que importantes artistas le escribieron como la chacarera “La Telesita” de Andrés Chazarreta y Agustín Carabajal o “Digo La Telesita” escrita y musicalizada por Marcelo Mitre.

Imagen: sextogradoayb-sextogradoayb.blogspot.com.ar

La Arunguita


Danza Santiagueña. Movimientos elegantes y vivos.
El cortejo del caballero a la dama. Sus sentimientos expresados por el pañuelo.

Esta delicada danza se caracteriza por ser de pareja suelta e independiente, y sobresale por los saludos elegantes que se brindan los bailarines. En el desarrollo del baile es el hombre quien corteja a la dama durante las esquinas demostrando ambos sus sentimientos con el movimiento expresivo de los pañuelos, pero es recién en la coronación, con la rápida media vuelta final, que el caballero logra su objetivo.

Hay poco datos históricos de esta danza y por lo que se conoce sólo se bailó en la provincia de Santiago del Estero.

Además por contener en su letra expresiones y hasta versos en lenguaje quichua, es que muchos la han llamado erróneamente “danza quichua”.

En realidad la arunguita es una danza criolla que ha derivado, como tantas otras, de danzas europeas que fueron introducidas en nuestro continente por los españoles durante la colonia.

El Cajón Peruano


Su cuerpo vibra al son de la música…
Instrumento ideófono… Herencia afroperuana

Cuando del continente africano trajeron a América a los primeros habitantes de aquellas tierras, no sólo los desarraigaron de su tierra, su gente, su cultura sino también de todas sus posesiones (incluyendo los instrumentos musicales). Es por eso que los nuevos habitantes del continente debieron recurrir a su ingenio para crear nuevos instrumentos.

Fue en la época de la prohibición de tambores realizada por la iglesia católica (lo consideraban paganos) que hacen su aparición las cajas. Mientras que todos los tambores que se encontraban eran incinerados para evitar que los “negros” se comunicaran entre sí, las cajas eran permitidas por las autoridades por considerarlas “instrumentos caseros”.

Pronto estas cajas comenzaron a ser el acompañamiento rítmico de bailes y cantos y comenzaron a diferenciarse entre cajas y cajones.

Al ser un instrumento casero, realizado por los humildes habitantes afroperuanos, es dificultoso determinar en qué lugares y época apareció el cajón (todo parece indicar que apareció en el siglo XIX).

En sus comienzos este instrumento era fabricado con cajones de fruta o whisky, las cajas de embalaje del kerosene (utilizado para el alumbrado público) y las latas de aceite.

El cajón peruano se fue dispersando al resto del continente americano de la mano de la zamacueca ya que este instrumento musical estaba muy ligado a esta danza.

A Europa migró unido al flamenco siendo Paco de Lucía el primero en adoptarlo como acompañamiento de este ritmo en 1977.

El cajón peruano es un instrumento ideófono (quiere decir que produce música a través de la vibración del propio instrumento), paralelepípedo de madera. En la actualidad se utilizan cedro, caoba o planchas de triplay (entre 12 a 15 mm de espesor) para su fabricación. Llega a medir unos 47 cm de altura y  posee una “tapa” de madera en la parte trasera la cual se la clava y encola al instrumento para obtener un sonido más grave. En ella se encuentra un hueco circular llamado ducto que es el encargado de conectar el volumen interior con el exterior del instrumento. En cambio la placa delantera es más delgada y es en ella donde el percusionista tocará.

Si bien básicamente el instrumento produce dos sonidos: el grave (se logra golpeando entre el centro del cajón y la parte de arriba) y el agudo (se obtiene al golpear la parte superior de la madera frontal, donde se une con la madera horizontal superior); sólo los habilidosos cajoneros descubrirán la amplia gama de sonoridades que este noble instrumento ofrece. Los distintos percusionistas lograran sonidos únicos y propios de acuerdo a las características de sus manos, la fuerza que le aplique, la posición en que coloque las manos, la velocidad con que lo ejecute, etc.

El cajón ha trascendido no sólo el tiempo sino los ritmos ya que ha estado y sigue presente en el folklore, el rock, el vals, el jazz latino y los ya mencionados ritmos de la zamacueca y el flamenco.