Corría el año 1980 y en Salinas del
Bebedero, el matrimonio compuesto por GRACIELA FLORES y ROQUE RIBBA, comienzan
a estudiar el profesorado de DANZAS FOLKLORICAS. Un poco, movidos por su
profundo amor a todo lo concerniente a lo autóctono y otro poco para mitigar
las tardes de ocio en un pequeño pueblito de no más de 200 habitantes. A medida
que el estudio avanzaba comienzan a enseñar la práctica de las danzas a los
niños de la localidad. Una vez recibidos, el 3 de marzo de 1986 inauguran su
propia Academia que en sus comienzos contó con alrededor de 40 niños de las
Salinas. En su búsqueda por encontrar un nombre para la nueva Institución,
deciden llamarle “El Algarrobo Abuelo”, como un homenaje al árbol que sirvió de
inspiración a nuestro máximo poeta - Antonio Esteban Agüero -, para escribir su
célebre cantata.
Desde sus comienzos, la Academia se
caracterizó por practicar un folklore tradicional, aunque incorporando en
determinados cuadros una estilización muy suave. Al poco tiempo de andar, hizo
su presentación en los escenarios de la zona y de la provincia. Su primera gran
presentación en un Festival Mayor de Danza fue en el Festival Provincial de la
Guitarra en Saladillo, donde compartió escenario con un grande de la canción
nacional como lo fue don Antonio Tormo y otros renombrados artistas.
Posteriormente sus actuaciones comienzan a trascender el ámbito provincial y
viajan a provincias vecinas (Mendoza, San Juán) para extender sus actuaciones a
Córdoba, Buenos Aires, Catamarca, Jujuy, y otras. Son recordadas sus
actuaciones en el Pre-Festival del Valle del Sol (Villa de Merlo, San Luis),
donde se gana el derecho de actuar en el Festival Mayor, precisamente en 20º
edición. También se recuerda una presentación que se realizó en Santa Rosa
(Mendoza), para el día del pueblo. En esa oportunidad se presentó el “Canto a
Mendoza”, una alegoría al esforzado trabajo del viñatero, que culmina con la
marcha vendimial. Lo emocionante fue que al finalizar, las casi 2000 personas
presentes se pusieron de pie para ovacionar dicha representación.
De sus aulas han egresado Profesores y
Maestros Infantiles, cuya característica más distinguida es que aún egresados
siguen formando parte de la Institución de una u otra forma.
Hace un par de años, Graciela decide
“colgar los botines” –aunque siempre aportando sus conocimientos para el mejor
desempeño de la Institución-, legando la dirección de la Academia a su hija
María Noel Ribba Flores, Profesora egresada de la misma, quien hoy comparte la
conducción con su papá Roque. También Maximiliano el otro integrante de la
familia tuvo la enorme alegría de recibir el título de Profesor Superior. Hoy
continúan con el legado las dos pequeñas nietas del matrimonio, Rosario Magalí
y Rocío Abigail, quienes en el año 2009 recibieron su título de Maestras
Infantiles de Folklore, por lo que la continuidad de la Institución no corre
peligro.
La idea de quienes conducen esta Academia,
es la de continuar con la práctica de nuestras tradiciones, inculcando en los
alumnos el sentido de pertenencia de lo argentino y el de tener que defender
con todo, los valores que nuestros
mayores nos han inculcado. Nuestro lema es la frase que alguna vez dijo Nicolás
Avellaneda: “Los pueblos que olvidan sus tradiciones, no tienen conciencia de
su futuro”. Además se prevé incrementar la matrícula que anualmente supera los
50 alumnos, cuyas edades van desde los 3 años hasta los integrantes del ballet
de adultos, algunos de ellos transitando la tercera edad.
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