Cultura Folk en Imágenes

Revista Cultura Folk Nº 10


La revista Nº 10 de Cultura Folk fue publicada en Octubre de 2010.


  • Sección “A la Voz de Aura”: La Arunguita.
  • Sección “Expresión Lírica”: Cuando vaya hasta el potrero.
  • Rubén Juárez.
  • Sección “Sumando Conocimiento”: 200 años… Folklore Argentino.
  • Sección “Entrevistas”: Daniel “El Negro” Ferreyra.
  • Sección “Mitos y Leyendas”: El Hornero.
  • Sección “Comidas Típicas”: Desde el norte, los tamales.
  • Sección “Concentremos el Conocimiento”: Palabras Cruzadas.

Revista Cultura Folk Nº 09


La revista Nº 09 de Cultura Folk salió publicada en Abril de 2010.

Sección “Sumando Conocimiento”: 22 de Abril Día de la Tierra.
Sección “Entrevistas”: Juanón Lucero.
Sección “Mitos y Leyendas”: La Luz Mala.
Sección “Lo Nuestro”: Ballet Folklórico Seguir la Vida.
Sección “Diversiones Gauchas”: La Taba.
Sección “El ritmo del Folk”: Los sonidos del Siku.
Sección “Comidas Típicas”: Y con la lluvia… Las Tortas Fritas.
Sección “Concentremos el Conocimiento”: Vocabulari Criollo.

La Mazamorra... sabes?


La mazamorra, también conocida como achachu, api o mote, es una herencia que la cultura quichua nos legó y que ha sido de inspiración para diversos artistas como nuestro poeta local Antonio Esteban Agüero quien escribió “Digo La Mazamorra” y que Peteco Carabajal musicalizó.

Este plato era vendido por el mazamorrero en las calles de Buenos Aires (según cuentan algunos historiadores) en pequeños tarros de lata.

Pero este plato no es solamente argentino. En Perú, por ejemplo, se prepara la típica mazamorra morada a la cual se le agregan frutas secas o frescas y se la prepara para agasajar a los niños en su cumpleaños. En el país vecino de Bolivia se la prepara con otros cereales como la quinua. También se  la exporta en latas a Europa…

Este plato es muy nutritivo y existen variadas y numerosas recetas, esta es una de ellas.

RECETA

Ingredientes:

½ kg de maíz blanco pelado.
Una pizca de bicarbonato.
1 litro de agua.
Azúcar a gusto.

Preparación:

Lavar el maíz la noche anterior a su preparación y dejar en remojo en la misma agua con la cual se cocinará. Una vez colocado el maíz a fuego lento esperar hasta que largue el primer hervor y agregar el bicarbonato de sodio para ablandar el grano y preservar su color y sabor.

Hervir al menos tres horas revolviendo continuamente con una cuchara de palo de higuera o una común. Cuando el maíz está cocido, retirar el jugo espeso y servir caliente o frío con azúcar, leche o miel de caña.

Revista Cultura Folk Nº 08


La revista Nº 08 d Cultura Folk se publicó en Marzo de 2010.

  • Ariel Ramírez Lágrimas por un gran compositor.
  • Sección “Entrevistas”: Nahuel Pennisi.
  • Día Mundial de la Poesía.
  • Sección “Lo nuestro”: Ballet Folklórico Grupo Tierra.
  • Sección “Mitos y Leyendas”: El Clavel del Aire.
  • Sección “Costumbres Argentinas”: Los Fogones.
  • Sección “A la Voz de Aura”: La Cueca.
  • Sección Comidas Típicas: La Humita.
  • Sección “Concentremos el Conocimiento”: Frase Oculta.

La leyenda del Crespín


Son varias las versiones que hablan sobre el origen de ésta huraña ave pero todas coinciden en el drama que vivió una pareja de campesinos.

El Crespín (Tapera naevia) es un ave de aproximadamente 29 cm. que posee un plumaje ocráceo. Tiene un copete despeinado y eréctil de color rufo y estriado como el dorso. Su cola es estriada y rufa. La ceja es blanca mientras que la ceja malar es negra. El pico es amarillento con el culmen negro. Es un ave pasiva y es mucho más vista que oída. Se alimenta de ratones chicos y culebras.

Emite un silbido melancólico, aún de noche que ha dado lugar a las diferentes leyendas. Aquí una de ellas...

Existió una vez en un pueblo rural un matrimonio de campesinos que vivía del labrado y el cultivo de las tierras.

El problema era que mientras el hombre era trabajador, paciente y estaba contento con su trabajo, su mujer contrariamente era despreocupada y haragana, muy amiga de los bailes y las bebidas por lo cual solía estar triste y malhumorada.

Cierto año en que la cosecha había sido abundante y aprovechando que su marido Crespín se hallaba en el campo segando el trigo, decidió abandonarlo comunicándole su decisión a través de un vecino que encontró en su camino.

Doña Crespina se dedicó a ir de baile en baile disfrutando de las bebidas, los chipas y los chamamés, ahora que era libre.

A su vez el marido enterado de la situación se resignó a vivir solo pero no pasaron muchos días sin que cayera enfermo. Enterada, su mujer, de la situación volvió a visitarlo más que nada por el cargo de conciencia. Decidió ir a buscarle remedios pero en su trayecto se topó con una fiesta en un rancho vecino. Con la excusa de descansar los pies se acercó por un ratito pero pronto se olvidó de su misión al dejarse llevar por la bebida, el canto y el baile.

Cuando más alegre estaba, vinieron a avisarle que su marido se había agravado y que quería verla. Pero Crespina le contestó al mensajero que la vida era demasiado corta para divertirse y larga para sufrir, por lo que iría en cuanto terminase la fiesta. Lo mismo contestó a los que vinieron a buscarla el segundo y tercer día. Cuando le avisaron que su esposo había fallecido no le dio importancia y siguió en el baile.

Los vecinos lo velaron y le dieron sepultura a Crespín sin que su esposa interviniera para nada.

Pasados varios días y finalizada la fiesta, Crespina regresó a su hogar encontrándose en la más terrible soledad. Acongojada pasó días y días llorando por los campos en busca de su marido llamándolo una y otra vez sin cesar: - Crespín…Crespín…

Enloquecida por el dolor le imploró a Dios que le otorgara alas para proseguir con su búsqueda, Dios respondiendo a su suplica la transformó en ave.

Desde entonces se convirtió en un pájaro solitario que en la época de cosecha se lo suele escuchar llamando a su compañero con su dolido acento: - Crespín…Crespín...

Revista Cultura Folk Nº 07


La Revista Cultura Folk Nº 07 fue publicada en Febrero de 2011.

  • Sección “Lo Nuestro”: 37º Fiesta Nacional Valle del Sol.
  • Sección “El Ritmo del Folk”: El Charango.
  • Sección “Lo Nuestro II”: Academia de danzas folklóricas El Algarrobo Abuelo.
  • Sección “Expresiones Culturales”: Gran Peña El Escenario.
  • Sección “Expresión Lírica”: Himno Peña El Escenario.
  • Sección “Comidas Típicas”: Tan Dulce como el Dulce de Leche.
  • Sección “Concentremos El Conocimiento”: Sopa de Letras.

Empanadas Cuyanas




Las empanadas criollas son otro de nuestros platos típicos y hay una variedad de recetas como provincias existen.

Las primeras referencias acerca de las empanadas las hallamos en Persia (siglos antes de Cristo) y de allí viajaron al pueblo árabe con sus tradicionales fatay (empanadas preparadas con carne de cordero y trigo burgol). Llegaron a España tras la ocupación de los moros, por siglos, a este territorio y fueron trasladadas por los españoles al continente americano durante la conquista.

Nuestras mujeres reemplazaron el aceite, que era costoso y escaso en esa época, por grasa de pella y la cocción se llevaba a cabo en hornos de barro.

Hoy en día podemos disfrutar de una gran variedad de estas deliciosa empanadas, ya sean cocidas en horno de leña o gas o fritas y aunque las típicas empanadas son las rellenas de carne también las hay de pollo, pescado, jamón y queso, humita, verdura, por nombrar algunas.

En esta edición les traemos una de las tantas recetas de las empanadas de la zona de Cuyo.

RECETA

Ingredientes:

Para la masa:

1 kg. de harina
300 grs. de grasa de cerdo (o mitad de manteca y mitad de grasa)
350 cc. de agua con una cdita. de sal (salmuera).

Para el Relleno:

150 grs. de grasa colorada.
700 grs. de cebolla picada.
500 grs. de carne cortada a cuchillo en cuadraditos.
4 huevos duros picados.
2 cebollas de verdeo.
100 grs. de aceitunas negras fileteadas.
1 cucharada de ají molido, pimienta, orégano, sal.

Preparación

Del relleno:

Rehogar la cebolla picada en grasa, una vez transparente agregar la carne picada a mano y hacer tomar color. Agregar la sal, el ají molido, la pimienta y algo de orégano.

Retirar del fuego y añadir las dos cebollas de verdeo bien picadas y las aceitunas negras fileteadas. Enfriar y hacer descansar este relleno varias horas en la heladera.

De la masa:

Colocar la harina en forma de corona y en el centro verter la grasa tibia y derretida. Tomar la masa y agregar la salmuera también tibia, trabajar el bollo hasta obtener una masa suave y lisa. Hacer descansar la masa una o dos horas al frío.

Al momento de hacer las tapas, cortar el bollo de masa en tajadas de 2 cm., aplanarlo con un palote hasta que quede un disco de 10 a 13 cm de diámetro. 

Recortar con corta-pasta.

Armado

Disponer sobre la mesa varias tapas, acomodar en cada tapa una cucharada de relleno y una cucharadita de huevo duro picado fino. Mojar los bordes y repulgar. Hornear a alta temperatura (previamente pueden pintarse con grasa derretida).

La Leyenda del Ceibo


Una india cautiva. El deseo de libertad.
La tragedia que da nacimiento al árbol.

Este árbol (de nombre científico erythrina cristagalli) originario de nuestro continente es también conocido como seibo, eíbo o bucare.

Crece en la zona subtropical y pertenece a la familia de las leguminosas (las semillas se conservan en vainas). El tronco se ramifica a varios metros del suelo aunque algunos lo hacen desde la base. La corteza es esponjosa y cubierta con abundante corcho. Pierde sus hojas en invierno y sus flores son de un rojo carmesí.


Cuentan las distintas versiones de la leyenda que a orillas del río Paraná vivía Anahí, una indiecita con rasgos toscos pero con una voz tan dulce que deleitaba a todos los de su tribu durante sus cantos por la tarde, en honor a los dioses y a su tierra amada…

Mas un día llegaron los invasores de piel blanca que les arrebataron la tierra, los privaron de libertad y le quitaron sus dioses.

Anahí que había sido tomada prisionera junto a los de su tribu pasaba los días llorando y las noches en vela añorando esos días de libertad.

Una noche en que el centinela que los cuidaba fue vencido por el sueño, la joven india intentó escapar. Cuando logró hacerlo, su carcelero despertó. En la desesperación por lograr su libertad ella hundió un piñal en el pecho del guardián y huyó rápidamente hacia la selva.

Los gritos agónicos del moribundo carcelero despertaron a los otros españoles que enseguida comenzaron con la cacería de la desdichada Anahí.

En poco tiempo fue apresada por sus perseguidores quienes decidieron, en castigo por lo que había hecho, condenarla a muerte en la hoguera.

La ataron a uno de los árboles del lugar y encendieron el fuego. La joven aceptó su destino y su sufrimiento sin siquiera pronunciar una palabra a pesar que las furiosas llamas se estiraban abrazándola.

Al amanecer del día siguiente los españoles se encontraron con que Anahí se había transformado en un hermoso árbol de relucientes hojas verdes  y de rojas flores aterciopeladas como un símbolo de valentía y fortaleza ante el sufrimiento.

Escondido me has pedido


Danza alegre, vivaz, de pareja suelta…
donde los bailarines juegan a esconderse…


El escondido tuvo gran difusión en nuestro país, bailándose en todas las provincias tanto en el ambiente rural como en los salones (aunque en estos últimos sólo se bailó en algunas épocas), desde 1820 aproximadamente hasta fines del siglo XIX.

Su mayor auge fue en la región de Cuyo, Salta, La Rioja, Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca.

Se encuentra dentro del grupo de danzas de parejas sueltas e independientes como el gato y la chacarera. La música presenta un compás de seis u ocho dividiendo a la canción en dos partes iguales y suele ser interpretada con guitarra, bombo, violín o bandoneón.

El nombre de “escondido” proviene de una figura de la coreografía donde los bailarines por turnos, primero el hombre y luego la mujer, simulan esconderse mientras su compañero continúa solo el baile. Existen versiones que indicarían que el acto de “esconderse” está relacionado a un antiguo juego en donde uno de los bailarines se escondía literalmente (tras una puerta, una persona o bajo algún mueble) mientras que su compañero y demás bailarines salían a buscarlo sin dejar de bailar. Cuando se encontraba al perdido se volvía a bailar hasta que otro desaparecía y el juego continuaba hasta que todos los “escondidos” eran hallados.

En algunas zonas se la conoce a esta danza con el nombre de Gato Escondido, por lo que se piensa que pueda ser una variante del antiguo Gato de cuatro esquinas.

El escondido pertenece a un grupo selecto junto al remedio y los aires, por una figura que tienen en común que se conoce como “cuatro esquinas”, en la cual la pareja de bailarines se colocan en los vértices de la diagonal de un cuadrado imaginario en su posición inicial, ambos bailarines recorren al mismo tiempo los cuatro lados de dicho cuadrado con orientación a la izquierda. La diferencia radica en que mientras en el escondido se hace un giro en su marcha y un balanceo cuando se llega a cada esquina; en los aires y el remedio, los bailarines se acercan al centro del cuadrado y terminan con un giro sobre sí mismos en el vértice al que llegan.